¿Alguna vez te ha entrado la duda de si tu terapia psicológica está funcionando? o ¿has sentido que no avanzas?
Necesitas entender que el proceso terapéutico no suele ser lineal, es posible que avancemos un poco y luego nos quedemos trabajando un tema por varias semanas, e incluso, que pasemos por crisis o recaídas que nos lleven a sentir frustración. Lo importante es no perder el objetivo, sostener el compromiso y tener presente que este es un espacio amoroso y a la vez incómodo.
Estamos acostumbrados a mirarnos poco o enfocarnos en lo que nos falta, que nos cuesta darnos cuenta de los cambios que sí están ocurriendo. Estas son algunas señales de que vas bien en tu proceso:
- Tus síntomas han disminuido o desaparecido
- Puedes identificar, nombrar y gestionar de forma más asertiva tus emociones.
- Empezaste a adoptar hábitos de autocuidado.
- Has dejado de esperar que algo mágico ocurra y ahora tomas responsabilidad de tu propia vida.
- Puedes pedir ayuda cuando lo necesitas y te permites expresar tus necesidades.
- Empiezas a utilizar las herramientas que aprendiste en terapia, en la vida cotidiana.
- Hoy es más fácil poner límites sanos y respetas los de los demás.
- Has podido tener claridad sobre algo que resultaba abrumador o confuso
- Puedes identificar creencias que no funcionan para ti, cuestionarlas, y encontrar otras formas de pensar más útiles
- Has logrado resignificar algo importante para ti.
- Respondes asertivamente a crisis y recaídas.
- Cuando las cosas no salen como esperabas, en lugar de juzgarte y criticarte te tratas con más compasión.
- Eres capaz de salir de un periodo de bloqueo.
- Ahora puedes hacer cosas que antes te asustaban
- Mejoró la relación contigo.