Los trastornos de la alimentación son enfermedades graves que afectan la salud física y emocional de quienes los padecen. Identificar los signos tempranos de un trastorno de la alimentación es crucial para intervenir a tiempo y buscar ayuda profesional. En este blog, exploraremos las señales de alerta más comunes de los trastornos de la alimentación, con el objetivo de aumentar la conciencia y promover la detección temprana.
- Cambios drásticos en el peso corporal: Este signo incluye una pérdida o ganancia significativa de peso en un período de tiempo relativamente corto, sin una explicación médica o nutricional adecuada. Por ejemplo, si notas que tu ser querido ha experimentado una pérdida de peso considerable sin estar siguiendo un plan de alimentación saludable o si ha aumentado de peso rápidamente sin cambios en su estilo de vida, es importante estar atento a la posibilidad de un trastorno de la alimentación.
- Obsesión por la comida, la dieta y el conteo de calorías: Las personas con trastornos de la alimentación suelen estar obsesionadas con la comida y la forma en que afecta su apariencia física. Pueden mostrar una preocupación excesiva por contar las calorías de los alimentos, evitar ciertos grupos alimenticios, volverse extremadamente selectivas con su dieta o desarrollar reglas rígidas en torno a la alimentación.
- Cambios en los hábitos alimentarios: Los trastornos de la alimentación pueden manifestarse a través de cambios en los hábitos alimentarios. Esto puede incluir restricciones extremas de alimentos, evitación de comidas en grupo, excusas constantes para no comer, comer en secreto o desarrollar rituales específicos antes, durante o después de las comidas.
- Cambios en el estado de ánimo y comportamiento: Los trastornos de la alimentación están estrechamente relacionados con el estado de ánimo y los cambios emocionales. Las personas que sufren de un trastorno de la alimentación pueden mostrar signos de depresión, ansiedad, irritabilidad, cambios en el sueño y aislamiento social. También pueden experimentar cambios en su comportamiento general, como volverse más distantes.
- Problemas físicos y deterioro de la salud: Estos trastornos pueden tener efectos negativos en la salud física. Las personas que sufren de estos trastornos pueden experimentar problemas digestivos, deshidratación, debilidad muscular, cambios en la piel, pérdida de cabello, irregularidades en el ciclo menstrual (en el caso de las mujeres) y otros síntomas físicos relacionados con la desnutrición o el exceso de ejercicio.
- Uso de laxantes, diuréticos o vómitos autoinducidos: Algunas personas con trastornos de la alimentación recurren a métodos extremos para controlar su peso o compensar la ingesta de alimentos. Esto puede incluir el uso de laxantes, diuréticos o provocar el vómito después de comer. Estos comportamientos pueden indicar un trastorno de la alimentación, como la bulimia nerviosa.
- Excesiva preocupación por la forma y el tamaño del cuerpo, junto con una baja autoestima relacionada con la imagen corporal: Las personas con trastornos de la alimentación a menudo tienen una preocupación desproporcionada por su apariencia física, especialmente en lo que respecta a la forma y el tamaño de su cuerpo. Pueden tener una percepción distorsionada de su propia imagen corporal, viéndose como más grandes o con defectos imaginarios. Esta obsesión por la apariencia puede llevar a una baja autoestima y una constante insatisfacción con su cuerpo, lo que a su vez alimenta los comportamientos restrictivos o compulsivos relacionados con la alimentación.
Cabe aclarar que cada persona es única y que no todas las señales mencionadas anteriormente tienen que estar presentes para que exista un trastorno de la alimentación. Sin embargo, si observas varias de estas señales en alguien cercano a ti, es crucial brindar apoyo y buscar ayuda profesional lo antes posible, ya que los trastornos de la alimentación pueden tener graves consecuencias para la salud física y emocional.
Autor: Diego Alejandro Herrera Psicólogo en el Grupo Natalia Vélez