Cuando tenemos un ser querido que está atravesando por un problema psicológico o por una enfermedad en general, es natural que queramos estar allí para apoyarlo incondicionalmente. Sin embargo, es importante recordar que también nosotros, como cuidadores, necesitamos cuidarnos a nosotros mismos. El proceso de apoyar a alguien en su camino hacia la recuperación puede ser emocionalmente agotador y demandante. En este blog, explicaremos la importancia del autocuidado para los cuidadores y compartiremos algunas estrategias prácticas para mantener tu bienestar mientras apoyas a tu ser querido.
- Reconoce tus propias emociones: Es fundamental reconocer y validar tus propias emociones durante este proceso. Puede ser que experimentes preocupación, frustración, tristeza o incluso culpabilidad. Permítete sentir y procesar esas emociones sin juzgarte a ti mismo. Busca espacios seguros para expresarte, ya sea a través de la escritura, la terapia o compartiendo con personas de confianza.
- Establece límites saludables: Apoyar a un ser querido puede requerir mucho tiempo y energía. Es importante establecer límites saludables para evitar el agotamiento. Aprende a decir «no» cuando sea necesario y no te sientas culpable por cuidar de ti mismo. Establece horarios regulares para descansar, relajarte y participar en actividades que te traigan alegría y bienestar.
- Busca apoyo: No tengas miedo de buscar tu propio apoyo. Pide ayuda a familiares, amigos cercanos o grupos de apoyo que entiendan tu situación. Compartir tus experiencias y preocupaciones con otros cuidadores puede brindarte un espacio de comprensión y validación. Considera también la posibilidad de buscar terapia o asesoramiento profesional para tener un apoyo adicional.
- Practica el autocuidado diario: Dedica tiempo diariamente a cuidar de ti mismo. Esto puede incluir actividades como la meditación, el ejercicio físico, el tiempo al aire libre, leer un libro, escuchar música relajante o cualquier otra actividad que te permita relajarte y recargar energías. Prioriza tu propio bienestar y trata de incorporar rutinas de autocuidado en tu día a día.
- Mantén tus propios intereses y pasiones: No dejes que tus propios intereses y pasiones se vean eclipsados por el papel de cuidador. Sigue cultivando tus propios sueños y metas, manteniendo vivas tus aficiones y actividades que te brinden satisfacción personal. Esto te ayudará a mantener una identidad propia y un equilibrio saludable entre tus responsabilidades y tu bienestar personal.
Como cuidadores de un ser querido que está pasando por problemas psicológicos, es fundamental recordar que también necesitamos cuidarnos a nosotros mismos. El autocuidado no solo es importante para nuestro propio bienestar, sino que también nos permite ser apoyos más efectivos y compasivos para aquellos a quienes amamos. Reconocer nuestras propias emociones, establecer límites saludables, buscar apoyo, practicar el autocuidado diario y mantener nuestros propios intereses y pasiones son aspectos clave del cuidado personal.
Al invertir tiempo y energía en nuestro propio bienestar, podemos reducir el riesgo de agotamiento y burnout, y mantener un equilibrio saludable en nuestras vidas. Recuerda que cuidarte a ti mismo no es egoísta, sino necesario para ser una presencia constante y sostenible en la vida de tu ser querido.
A medida que apoyamos a nuestros seres queridos, es importante recordar que no podemos dar desde un vacío. Al priorizar nuestro propio autocuidado, estamos en mejores condiciones para brindar comprensión, paciencia y apoyo continuo. Cuidémonos a nosotros mismos para cuidar mejor a quienes nos rodean y juntos construyamos un entorno de bienestar emocional y apoyo mutuo.
Autor: Diego Alejandro Herrera Psicólogo en el Grupo Natalia Vélez