¿Alguna vez has sentido que no mereces lo que has logrado o no sabes como lo conseguiste? ¿Piensas que simplemente has tenido suerte y que en cualquier momento alguien podría darse cuenta de que no eres tan bueno? Si respondiste que sí, podrías estar acercándote a un fenómeno que se llama Síndrome del impostor.

Este blog es una guía rápida sobre el síndrome del impostor: qué es, cómo identificarlo y 4 recomendaciones para mejorarlo.

¿Qué es el síndrome del impostor?

Llamamos síndrome del impostor al fenómeno psicológico que hace que las personas duden de sus habilidades y méritos, aunque puedan tener evidencia contraria. Sienten que son un fraude y tienen un temor constante a ser “descubiertos”.

Puede sonar extremo, pero es mucho más común de que te imaginas. Afecta desde estudiantes hasta profesionales exitosos, artistas y líderes; de hecho, muchas personas admiradas han hablado sobre lidiar con este síndrome en algún momento de sus vidas.

¿Cómo puedo saber si lo estoy experimentando?

Existen algunas frases comunes que puedan delatar el síndrome del impostor, aquí están algunas de ellas:

  • “No soy tan bueno como piensan”.
  • “Solo tuve suerte”.
  • “Pronto se darán cuenta de que no sé lo que hago”.
  • “No merezco este reconocimiento”.
  • “Cualquiera podría hacer esto o hacerlo mejor yo”.

Es importante que sepas que si te identificas con algunas y crees que estás atravesando por este fenómeno, no significa que hay algo mal contigo; es solo que tu mente te puede estar jugando una mal pasada, pero puedes aprender a manejarlo diferente.

¿Qué puedo hacer para ayudarme?

El síndrome del impostor no se da de la noche a la mañana y, por lo tanto, salir de él toma tiempo y trabajo; a continuación, encontrarás recomendaciones iniciales que pueden ayudarte

1. Dale un nombre a lo que sientes

En ocasiones solo el hecho de identificar aquello que nos genera malestar puede sentirse como imposible, reconocer lo que estás sintiendo ya es un paso adelante. Hablarlo o escribirlo puede ayudarte a entenderlo mejor.

2. Siempre ten en cuenta tus logros

Muchas veces pasamos por alto lo que hemos conseguido. Haz un inventario o lista, aunque parezca pequeña, en el cuál incluyas proyectos que terminaste, obstáculos que superaste, clientes satisfechos, etc.; todo cuenta. Ubica la lista en un lugar visible de espacio de trabajo y recuérdala cuando sea necesario.

3. Deja de compararte

La comparación es el principal alimento del síndrome del impostor. Siempre recuerda que cada persona tiene su camino y luchas que muchas veces no logramos conocer; la mejor manera que conocer el progreso es fijándote en tu propio camino.

4. Habla con alguien

Las palabras de alguien importante o de confianza pueden ser un buen recordatorio de tus habilidades; puedes buscar apoyo en colegas, amigos o mentores.

Es probable que en algún momento las personas duden sobre sí mismas, eso no los hace menos capaces, sin embargo, si notas que las dudas son más frecuentes o te causan un malestar intenso puedes buscar ayuda psicológica para enfrentar esas dudas y trabajar en tu bienestar.

Cada vez que te sientas como un impostor recuerda: No necesitas ser perfecto para ser valioso, solo necesitara seguir avanzando.

AUTOR:  ana osorio
PSICÓLOGO EN EL GRUPO NATALIA VÉLEZ

Publicaciones Similares