Soltar: Un camino hacia la aceptación

Un motivo de consulta muy frecuente es el tema de  soltar:   soltar relaciones, estilos de vida o patrones que ya no nos sirven. Muchas veces, estas situaciones vienen acompañadas de un entorno que nos invalida o nos juzga por no actuar de una manera distinta, lo que genera una sensación de frustración. Esto hace que sea difícil lidiar con el hecho de no haber alcanzado cierto estado o comportamiento deseado.

Es natural que quisiéramos resolver este tipo de situaciones de forma inmediata, pero la verdad es que   soltar lleva tiempo y requiere un trabajo constante. El capítulo 2 del libro un Manual para soltar nos hace algunas recomendaciones que te quiero compartir a continuación:

Aceptación antes que cambio

Una forma de empezar a trabajar en soltar es priorizar la  aceptación, no solo enfocarnos en el cambio.

A continuación, te proponemos un ejercicio:

Ejercicio: Clasificar las cosas según su posibilidad de cambio

Análisis de los resultados

De las respuestas que pusiste en cada columna, analiza qué tienen en común. Muchas veces, notarás que las cosas fáciles de cambiar suelen importarnos menos que aquellas difíciles o imposibles de cambiar.

Si algo que consideramos muy importante está fuera de nuestro control, como que alguien cercano deje de tener una enfermedad crónica, intentar solucionarlo por nuestra cuenta solo nos llevará a frustración y sufrimiento. En cambio, si reconocemos que es algo imposible de cambiar, nos resultá más sencillo dejar de luchar y enfocar nuestra energía en lo que sí podemos hacer.

La clave está en el control

La aceptación nos permite dejar de preocuparnos por cosas importantes que no podemos cambiar.   Podemos llegar a este punto de dos maneras: cambiando lo que tenemos («lo que es») o cambiando lo que pedimos («lo que debería ser»).

Reflexión sobre los problemas según el control y la importancia:

1️⃣ Problemas que importan y que controlamos:

    • Ejemplo: Aprobar un examen crucial, lo que se resuelve estudiando.
    • Ejemplo: Superar una enfermedad para la que existe un tratamiento eficaz.

2️⃣ Problemas que no importan y que controlamos:

    • Ejemplo: No me gusta el programa de TV que estoy viendo (puedo cambiar el canal).
    • Ejemplo: No me interesa el libro que estoy ojeando en una librería (puedo elegir otro).

3️⃣ Problemas que no importan y que no controlamos:

    • Ejemplo: No me gusta el programa de TV que ve mi pareja en su tiempo libre.

4️⃣ Problemas que importan y que no controlamos:

    • Ejemplo: Tener una enfermedad sin tratamiento eficaz.
    • Ejemplo: Estar enamorado de alguien que no nos corresponde.

Esta última categoría es la que más nos complica la vida, porque abarca problemas importantes sobre los que no tenemos ningún control. Sin embargo, aprender a aceptarlos es clave para reducir el sufrimiento.

 

Una lección de sabiduría

El indio Shantideva decía: «Si hay un remedio, ¿de qué sirve entonces la preocupación? Si no hay remedio, ¿de qué sirve entonces la preocupación?»

En resumen, el control es lo que determina nuestra respuesta a los problemas, sean importantes o no. Si tenemos control, vale la pena actuar; si no lo tenemos, vale la pena aceptar y continuar nuestro camino.

La no aceptación de las cosas que no podemos cambiar aumenta el sufrimiento y estanca nuestro crecimiento personal.

Bibliografía

Soler, J. (2024). Manual para soltar: Practicando la aceptación radical de la terapia dialéctica conductual. Tres Olas Ediciones.

 
AUTOR:  Maria Alejandra rAMIREZ
PSICÓLOGO EN EL GRUPO NATALIA VÉLEZ

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