¿Alguna vez has oído hablar sobre “hustle culture”? o ¿has notado que tus redes sociales están llenas de frases y publicaciones sobre como “aprovechar” o no “perder el tiempo”?

Actualmente es bastante común encontrar que el ser productivo es el ideal, estar ocupado y siempre haciendo algo parece ser el sinónimo de éxito. Pero, realmente este enfoque no solo es insostenible, sino también peligroso para nuestra salud mental, emocional y física, vivir bajo la presión constante de ser productivo puede tener graves consecuencias:

➡️ Se elevan los niveles de cortisol, la hormona relacionada con el estrés, y esto puede ocasionar problemas como presión arterial alta, trastornos del sueño y problemas digestivos 
➡️ La idea de que nunca es suficiente y la constante búsqueda de “hacer más” aumenta la ansiedad y provoca sentimientos de culpa relacionados a “perder el tiempo”.  
➡️ Al priorizar la productividad sobre el bienestar, llegamos a momentos de gran agotamiento no solo físico, si no también emocional, lo cual puede generar desconexión y descuido de otras áreas importantes, como las relaciones interpersonales y nuestro bienestar. 

La idea de ser productivo todo el tiempo está basado en una falsa premisa de valía personal, como si esta estuviera ligada de manera directa a lo que logramos o no hacer en un día. Nos llegan ideas como: “si no estoy ocupado, estoy perdiendo el tiempo”, “si no trabajo más que los demás, me quedaré atrás”, ideas que nos dejan con ideales, no de seres humanos, sino de máquinas. Ideas que a largo plazo traen sentimientos de frustración constantes, ya que nunca se está lo suficientemente ocupado para parar, siempre existe algo más que lograr. Entonces ¿Por qué es una mentira que podamos ser siempre productivos?

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• El cuerpo y la mente necesitan descanso para ser productivos. Trabajar sin parar conduce al agotamiento, el estar cansados constantemente afecta nuestro rendimiento y efectividad, no estamos siendo “productivos” realmente bajo este estado.

• Más tiempo invertido no necesariamente implica un mejor trabajo o de mejor calidad. En realidad, se ha observado que la eficacia y la productividad disminuye luego de una cantidad de tiempo invertida, también se disminuye la concentración por lo que es más probable que se comentan errores o tenga menor calidad.

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• Las buenas ideas y la innovación requieren pausas, los momentos de inactividad o de descanso permiten que el cerebro procese información de manera creativa, grandes avances han surgido en momentos de desconexión.

• El éxito no se define solo por la productividad, menos por lo que se logra en un día, eso sería limitante y reduccionista. El éxito personal incluye otros aspectos, como el bienestar, las relaciones significativas, la sensación de realización personal, cosas que no se pueden medir en listas de tareas completadas.

Teniendo esto en cuenta, es fundamental entender que el descanso hace parte del proceso productivos, si queremos ser efectivos en nuestros objetivos, es necesario abrir espacios para nosotros mismos. La creencia de que debemos ser productivos todo el tiempo es una mentira que nos lleva a la fatiga, el estrés y la insatisfacción personal.

Romper con estas ideas implica un trabajo en reconocer que el descanso y el autocuidado son esenciales para una vida plena y equilibrada. La verdadera productividad no se mide por horas trabajas, sino por la calidad de lo que hacemos y el bienestar que nos permite disfrutar de todo lo demás. La próxima vez que te sientas culpable por un tomarte un descanso, recuerda: descansar también es una forma de ser productivo.

Y no olvides que detrás de las manifestaciones de ansiedad, esta tu cuerpo pidiendo ayuda. Si estas buscando ayuda profesional, contáctanos.

AUTOR:  ana osorio
PSICÓLOGO EN EL GRUPO NATALIA VÉLEZ

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