La comunicación en la pareja: entre malentendidos, silencios y reproches
Muchas veces, cuando una pareja busca ayuda, no lo hace porque haya dejado de quererse, sino porque ya no saben cómo hablarse. Se sienten juzgados, ignorados, malinterpretado o simplemente agotados de repetir la misma pelea una y otra vez.
La comunicación no es solo hablar: es entender, escuchar, conectar. Y cuando esta se rompe, la relación empieza a deteriorarse, incluso aunque haya amor.
¿Qué pasa cuando la comunicación falla?
Según una revisión de estudios científicos sobre relaciones de pareja, los problemas de comunicación son una de las principales razones por las que las personas buscan ayuda profesional. Cuando esto ocurre, suelen aparecer patrones como:
- Monólogos en lugar de diálogos (“yo hablo, tú te defiendes”).
- Reproches que se acumulan (“siempre haces lo mismo”).
- Silencios que duelen más que los gritos.
- Ironía o sarcasmo como forma de expresar enojo.
- Evitación: dejar de hablar para no discutir.
Estos patrones no solo alejan a la pareja emocionalmente, sino que también pueden generar ansiedad, tristeza, confusión o un profundo sentimiento de soledad.
¿Cómo se llega a este punto?
Moscatelli et al. (2021) habla de reflexividad relacional, que es la capacidad de ponernos en el lugar del otro y expresar lo que sentimos sin atacar ni callar. Las parejas que desarrollan esta habilidad suelen tener una comunicación más saludable y mayor satisfacción en la relación.
Cuando esta capacidad está baja, las conversaciones se vuelven defensivas o destructivas. En lugar de entender al otro, queremos tener la razón. En lugar de escuchar, estamos pensando cómo responder o defendernos. Y ahí es cuando todo se complica.
Ejercicios prácticos para mejorar la comunicación
Aquí te comparto tres ejercicios sencillos, basados en la práctica clínica y algunos elementos del artículo, que puedes practicar.
1."Te escucho sin interrumpir" (turnos de 5 minutos)
- Una persona habla durante 5 minutos sobre un tema que le importe (puede ser algo positivo o una molestia).
- La otra solo escucha. No interrumpe, no da consejos, no se defiende.
- Al final, quien escuchó repite lo que entendió (“lo que te duele es que…”).
- Luego cambian los roles.
Este ejercicio ayuda a bajar la defensividad y mejora la escucha empática.
2. "Lo que siento, lo que necesito"
En lugar de decir: “¡Nunca me prestas atención!”, propongan hablar así:
- “Cuando llego a casa y estás con el celular, me siento solo/a. Me gustaría que podamos tener unos minutos solo para nosotros.”
Esta forma de comunicar baja el tono de conflicto y aumenta la posibilidad de que el otro escuche sin sentirse atacado.
3. "La conversación positiva" (una vez por semana)
Reúnanse al final de la semana y compartan:
- Algo que el otro hizo y que te gustó o agradeces.
- Algo que te gustaría repetir o cuidar en la relación.
- Algo que podrías hacer tú para mejorar el vínculo.
Este espacio permite hablar sin crisis de por medio, fortaleciendo lo positivo y recuperando la sensación de equipo.
La comunicación en la pareja no se trata solo de hablar, sino de crear un espacio donde ambos puedan sentirse vistos, escuchados y comprendidos. No se trata de tener la razón, sino de construir puentes, incluso cuando hay desacuerdos.
Si hay amor, pero no hay diálogo, la relación sufre. Pero si hay disposición para escucharse con respeto, muchas cosas pueden transformarse.
AUTOR: Alejandra ramirez
PSICÓLOGA EN EL GRUPO NATALIA VÉLEZ
“Parejas, sus problemáticas y ámbitos de intervención desde la clínica y la psicoterapia” de León Prieto, Balarezo y Jaramillo (2023).
